Dios te
libre, niña, del día de las alabanzas! Me decía mi yaya hace muchos años. Hoy
he comprobado la verdad de aquellas palabras. Don Santiago Carrillo ha muerto a
la edad de 97 años y mientras dormía una plácida siesta.
Tras él
se nos va un parte de nuestra historia. La conocida y la oculta. Oculta por el
interés, nos dijeron, de la
Democracia y el buen entendimiento entre los españoles. Esto
no es cierto. Los españoles, de izquierdas o derechas, hacía muchos años que
convivían en paz y armonía. Habían asistido a los mismos colegios, eran amigos
de las mismas pandillas y se habían casado entre ellos. La Guerra Civil les
queda lejana, algo que contaban los mayores con la intención de que nunca se
repitiera.
Lo cierto
que es que hubo un pacto de silencio entre las nuevas fuerzas políticas
surgidas tras la muerte del General Franco. Carrillo así se lo confirmó al
periodista, Sr Arteseros, en una entrevista realizada a principios de los años
90. Pacto que el Sr. Rodriguez Zapatero se saltó a la torera con su Ley de
Memoria Histórica.
Los
políticos y otras personalidades, han presentado sus respetos en la capilla
ardiente en la sede de CCOO de Madrid. Quizás llevados por la emoción del
momento he oído los panegíricos que han dedicado a la persona y actitud
política de Don Santiago.
¡Un
hombre imprescindible para la democracia!¡ Su participación en La Constitución española
fue determinante!¡ Un demócrata!¡Un Padre de la Patria !
Así,
hasta un larguísimo etcétera de alabanzas, muchas inmerecidas por inciertas.
Don
Santiago fue, primero socialistas. Un socialista joven y ambicioso. Inteligente
entre la medianía imperante en los socialistas, a los 19 años es nombrado secretario de las Juventudes
Socialistas. Participa en la
Revolución de 1934. Aquello le llevó a ingresar en prisión
hasta 1936, año en que se hizo con el poder de la República el Frente
Popular. Viajó a Moscú, invitado por Stalin y quedó deslumbrado por los
"avances" que les fueron presentados a los integrantes de aquél viaje
meramente propagandístico. Mientras media Rusia se moría de hambre y otra media
era masacrada, ellos vieron lo que el dictador y sanguinario Stalin quería que
vieran.
Cierto es que, otros, pasado el tiempo se dieron cuenta del
engaño. Don Santiago, o por que no quiso o por que no supo, siguió en su empeño
de hacer ver lo blanco, negro. ¡El Comunismo salvaguarda del oprimido!
Pregonaba, hasta llegar al enfrentamiento con su propio padre.
En la triste Guerra Civil, se afilia al Partido Comunista de
España(le interesaba más) y es nombrado Consejero de Orden Público.
Acuciada Madrid, por las tropas nacionales, el 7 de noviembre y
hasta el 4 de diciembre, se producen "traslados" de presos desde la
cárcel Modelo hasta Paracuellos del Jarama y Torrejón de Ardoz, allí son
fusilados y enterrados en fosas comunes. Cierto es que, Don Santiago siempre
negó tener nada que ver en tales hechos pero mi afirmación no se basa en meras
conjeturas, dado el cargo que ostentaba. Me baso en las memorias escritas en
1945 por Jesús Galindez
que fue asesor de la
Dirección General de Prisiones cuando ocupaba el Ministerio
de Justicia de la
Segunda Repéublica , Manuel de Irujo.
Sobre el asedio de Madrid, escribe:
El mismo día 6 de noviembre se decide la limpieza de esta quinta columna
por las nuevas autoridades que
controlaban el orden público. La trágica limpieza de noviembre
fue desgraciadamente histórica; no caben paliativos a la verdad. En la noche
del 6 de noviembre fueron minuciosamente revisadas las fichas de unos
seiscientos presos de la cárcel Modelo y, comprobada su condición de fascistas,
fueron ejecutados en el pueblecito de Paracuellos del Jarama. Dos noches
después otros cuatrocientos. Total 1.020. En días sucesivos la limpieza siguió
hasta el 4 de diciembre. Para mí la limpieza de noviembre es el borrón más
grave de la defensa de Madrid, por ser dirigida por las autoridades encargadas
del orden público. (J. de
Galíndez Suárez, Los vascos en el Madrid sitiado)
Gueorgue
Dimitrov, líder de la Internacional Socialista en los tiempos de
Stalin, escribe:
Pasemos ahora a Irujo. Es una
nacionalista casco, católico. Es un buen jesuita, digno discípulo de Ignacio de
Loyola (...). Se dedica especialmente a acosar y perseguir a gente humilde y a
los antifascistas que el años pasado trataron con brutalidad a los presos
fascistas en agosto, septiembre, octubre y noviembre. Quería detener a
Carrillo, secretario general de la Juventud Socialista
Unificada, porque cuando los fascistas se estaban acercando a Madrid,
Carrillo, que era entonces gobernador, dio la orden de fusilar a los
funcionarios fascistas detenidos. En nombre de la ley, el fascista Irujo,
ministro de Justicia del gobierno republicano, ha iniciado una investigación
contra los comunistas, socialistas y anarquistas que trataron con brutalidad a
los presos fascistas. (...) Irujo está haciendo todo lo posible e imposible
para salvar a los trotskystas y sabotear los juicios que se celebran contra
ellos.
Así mismo, Jorge Semprún en su
biografía de Federico Sánchez comenta que:
"la mitad de los encarcelados en
cárceles del Franquismo lo estaban porque les había denunciado Santiago
Carrillo".
Carmen Grimau, escribió un artículo en Libertad
Digital, Reflexión final, en el que al referirse a su padre dice:"Un
muerto incómodo, eso fue para el PC". Al tiempo que mantiene la opinión de
que: Santiago Carrillo siempre silenció la delación política. También afirma
que su padre fue traicionado por su propia organización.
Lister, así mismo, mantuvo la misma opinión
llegando a redactar un informe en el que comentaba las repetidas detenciones de
sus camaradas, sospechando de delaciones de Santiago Carrillo.
Si nos retrotraemos a los años de la transición,
podemos comprobar por ser hechos más recientes y sobre los que existe amplia y
detallada información, que el Sr. Carrillo no formó parte de los Padres de la Patria , ni participó en la
redacción de nuestra Carta Magna. Fueron:
Gregorio Peces Barba del PSOE, Miguél Herrero y
Rodriguez de Miñón de UCD, Gabriel Cisneros Laborda de UCD, José Pedro
Pérez-Llorca de UCD, Manuel Fraga Iribarne de AP, Miguél Roca i Yunyent de CiU
y Jordi Solé Turá del PCE.
Luego, sin negarle a Don Santiago su voluntad de llegar a un
consenso, no podemos admitir que se le llame Padre de la Patria.
He de comentar que cuando fallece Francisco Franco, al igual que
hoy día, no existía una mayoría
de
personas que se definieran como comunistas como queda reflejado en las primeras
elecciones democráticas. Quizás esto influyó el el nuevo sentir democrático del
comunista. España había cambiado, teníamos más cultura que en 1931.
En una
entrevista que se le hizo en 2005 para el periódico El País, Don Santiago dijo
que:"...Incluso, en algún caso, he tenido que eliminar a alguna persona.
Eso es cierto.Pero no he tenido nunca problemas de conciencia, era una cuestión
de supervivencia ya que estaba en juego la vida de otros militantes que, muchos
de ellos, acabaron en la cárcel o ejecutados".
En otra
entrevista para la Cadena
SER , en 2008, dijo:"Todos hemos sido terroristas".
Este es
el perfil de quién ya está ante la verdad absoluta y donde, ni la hipocresía,
la mentira acomodaticia o la cobardía o el complejo democrático tiene cabida.
Esto solo tiene cabida en este mundo. De ahí los panegíricos e incluso, las
lágrimas de actrices o cantantes que se dicen comunistas y viven en un total
capitalismo lleno de lujos. Don Santiago, ya está en la Gloría porque Dios es
infinitamente bueno y nos perdona a todos. Descanse en paz, Don Santiago, usted
y el siglo XX. Afortunadamente, estamos ya en el XXI.
Un buen artículo.
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